Hace unos días os hablaba de las múltiples opciones que tenéis
para crear dormitorios reciclados, dando una nueva vida a objetos que de otro
modo seguramente terminarían en el cubo de la basura. Hoy quiero continuar con
esa filosofía del reciclaje y del “do it yourself”, tan de moda actualmente y
tan irresistiblemente eco, para aplicarla a un objeto concreto: las lámparas. Forman
parte de nuestra vida cotidiana y están presentes en cualquier casa, pero a menudo no les prestamos demasiada atención a la hora de escogerlas. Evidentemente
no podemos vivir sin luz, pero si podemos hacerlo con una iluminación mucho mas
eco. Nuestro planeta nos lo agradecerá, y la decoración de nuestra casa también,
pues sin duda va a ganar en originalidad con modelos únicos de lámparas,
alejados del consumo de masas.
En el post de hoy os traigo varias ideas para
que os inspiréis. Por supuesto, hay muchas más disponibles en Internet, pero os
he escogido aquellas que me han gustado especialmente y que me parecen más fáciles
de hacer para los que, como yo misma, no sois expertos en bricolaje:
Los cartones de fruta son una buena opción para quienes queréis
una solución simple y barata para iluminar pequeños espacios: pueden colocarse
directamente sobre la bombilla en cuestión, con un agujero en su parte inferior
para dejar pasar la luz. Si sois especialmente creativos podéis incluso recortar
los laterales creando formas personalizadas para dotarlos de una mayor
originalidad. Con una técnica similar pueden reutilizarse los cartones de leche
de tetra brick, en este caso como lámparas de mesa.
Una opción muy original es la de unir varios CD o antiguos
casettes y crear con ellos estructuras cuadradas que rodeen la bombilla. Música
y luz se unen en unas lámparas que sin duda no vais a ver en las tiendas de decoración
más convencional, y con las que podréis dar una segunda vida a unos objetos que
seguramente tenéis arrinconados en casa ante la difusión de la música electrónica.
La cocina, aunque a primera vista no lo parezca, es un buen
lugar para encontrar objetos que pueden ser reciclados en una lámpara. En este
caso os recomiendo que utilicéis una lámpara que ya tengáis previamente,
monocroma y de decoración sencilla, para poder colocar sobre ella diferentes
elementos. Uno de mis modelos preferidos, de hecho, es colgar sobre lámparas de
estructura metálicas cubiertos, especialmente cucharas y tenedores: bien mezclados
o bien únicamente uno de ellos en toda la creación. Podéis aprovechar además,
si queréis conseguir un efecto más divertido, modelos de colores o con una decoración
concreta, para dar a vuestras lámparas de cocina el toque deseado. Para las lámparas
de mesa una buena opción es crear el pie con tazas o pequeños platitos. Las típicas
cafeteras italianas también pueden ser usadas con la misma finalidad, otorgando
un toque metálico e industrial a cualquier estancia, al igual que las botellas
de vino, en las que se pueden introducir pequeñas bombillitas del color deseado.
Los que tengáis mas maña con las manualidades podéis incluso reutilizar los
papeles de magdalenas para crear unas lámparas de forma esférica muy
llamativas. Con los papeles de cupcakes, el sobrio blanco puede cambiarse por alternativas de lo más coloridas.
Como veis las opciones son casi infinitas. Con materiales
tan habituales y baratos como el plástico o el papel es posible transformar una
lámpara convencional en un objeto absolutamente original. Internet está lleno
de tutoriales para daros ideas, adaptados a los conocimientos y paciencia de
cada uno. Sabéis que en este blog nos encantan las opciones originales y eco, y
sin duda darles una nueva vida a un objeto tan habitual en cualquier casa es
una de ellas.
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