jueves, 26 de febrero de 2015

Feng shui, buena energía en tu casa



Mi post de hoy va dedicado a una filosofía llegada desde China, que puede aplicarse en nuestras casas para lograr mejorar nuestra paz interior y nuestro bienestar a través de la decoración. Seguro que habéis oído hablar en multitud de ocasiones del Feng Shui. En este artículo quiero presentaros brevemente este concepto y, sobre todo, explicaros algunos tips básicos que podéis aplicar al interior de vuestro hogar para mejorar vuestra vida diaria. Me encanta esta filosofía porque  muchos de sus principios, como aprovechar la luz natural, usar plantas… concuerdan perfectamente con mi gusto por lo eco.

El Feng Shui, explicado en pocas palabras, es una filosofía oriental milenaria que, aplicada a los hogares, pretende conseguir que la fortuna y la buena suerte entren en ellos mediante la consecución de hogares equilibrados y armoniosos.  Pese a que se trata de una técnica milenaria, cada día está más de moda en decoración, por lo que podéis unir a un tiempo bienestar y tendencia. ¿Qué más se puede pedir?



El Feng Shui, considerado para muchos una ciencia, intenta canalizar las energías para producir equilibrio en un hogar. Por ello, cuestiones como la distribución del mobiliario, los colores usados y hasta la ubicación del edificio son esenciales. Realmente, conseguir una casa idónea según los principios del Feng Shui es algo bastante complejo. No basta con leerse un libro para tener éxito a la hora de aplicarlo. Por eso, aquí quiero partir de un objetivo mucho menos ambicioso, y presentaros simplemente algunos pequeños detalles que esta filosofía recomienda, para que podáis aplicarlos a vuestro hogar de una manera muy simple y conseguir incrementar vuestro bienestar en él. No me voy a detener en aquellos aspectos, como la orientación del edificio, que son imposibles de aplicar cuando ya tenemos una casa comprada o alquilada, sino en otros elementos mucho más sencillos y fáciles de poner en práctica:

Para empezar, intenta evitar en la medida de lo posible en la decoración los objetos agudos  y afilados, como mesas cuadradas, exceso de vigas y columnas… Al contrario, el Feng Shui recomienda los objetos redondeados y en espiral, que permiten que la energía fluya. Si ya has comprado el mobiliario y tienes un exceso de mesas cuadradas o rectangulares, que no cunda el pánico: puedes colocar sobre ellas objetos redondos que las suavicen. La limpieza y el orden son muy importantes para este movimiento, que también aconsejan perfumar la casa con aromas naturales e inciensos. Los espejos nunca deben estar alineados con puertas y ventanas, a no ser que justo delante de la vista exista un bello paisaje que permita atraer para el hogar la energía benigna de la naturaleza. Tampoco deberían colocarse espejos en la puerta principal ni en los dormitorios, pues podrían perjudicar el descanso. Si ya hay alguno en alguno de estos lugares, cúbrelos durante la noche.  Otro consejo para el dormitorio: el colchón debe de ser de una sola pieza y evitando los metales en la cama o en su cabecero. La madera tiene que ser un elemento siempre presente en la zona de descanso, en la que la cama debe situarse en el centro. Colocar un baúl, un puf o una alfombra como protectores de los pies de la cama se considera un elemento de gran importancia. 

Los colores constituyen una de la parte esencial de la filosofía Feng Shui, que recomienda que en el dormitorio las tonalidades predominantes sean relajantes, como el azul, los beige y, en general, los tonos claros, mientras que para la sala de estar aconseja optar por verdes, rojos y amarillos. Cuando se habla de colores no se refiere únicamente al tono de las paredes, sino en general al de todos los objetos colocados en una estancia.

Como veis, con pequeños detalles pueden conseguirse grandes resultados así que, os animo a introducir estas sencillas modificaciones en vuestros hogares para ver el resultado.

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